PUERTO VIEJO DE BARCELONA- CATALUNYA
Conversando con un catedrático español hace unos años atras, me explicaba que desde el puerto de Barcelona partían barcos negreros hacia Cuba para comercializar esclavos.
Esa historia ya muy pocos la recuerdan y el Port Vell se ha transformado en un espacio turístico, un sitio al que suelo volver ya que el mar en esa ciudad, es uno de mis vecinos.
Si bajas por las Ramblas de Barcelona y pasas por el Monumento a Colón, comienza el área del puerto tan variada como las personas que allí pasean.
Al cruzar caminando el puente levadizo -la Rambla del Mar – muy parecido al Puente de la Mujer que esta en Puerto Madero en Buenos Aires,( ambos realizados por el mismo arquitecto español Calatrava) llegas al Acuario de Barcelona y al Centro comercial Maremagnum en el cual coinciden todos los turistas que llegan en cruceros a la ciudad.
Muchos cafés y restaurantes con bellas terrazas para disfrutar el paisaje. Diversos barcos de alquiler que te llevan a navegar por las aguas del puerto.
En ese lugar casi mágico, las gaviotas y el mar son sus principales protagonistas.
Turistas, habitantes, artesanos,»Top Manta»( manteros) y «Mossos de Esquadra»(policías) forman parte de esa multitud de personas que diariamente conviven en el puerto viejo.
Después de las nueve de la noche, cuando la vigilancia disminuye y se retiran las furgonetas de los Mossos d’Esquadra, una multitud de vendedores sale corriendo de las bocas del metro donde han estado aguardando y luchan por un espacio en el muelle para acomodar su mercancía.
Todos acuden a sus rebajas y la mirada de los agentes de la policía portuaria que ha quedado a cargo del lugar, es condescendiente con los manteros para permitirles la supervivencia.
El combustible de algunas embarcaciones han dado ese toque maravilloso a la foto.