Algo que nos provocó aflicción al pasar cerca del Parlamento a orillas del Rio Danubio, fue ver los ochenta pares de zapatos de hierro oxidado que están allí, en homenaje a los judíos húngaros que fueron asesinados por el partido socialista Arrow Cross en la Segunda Guerra Mundial.
Como en esa época los zapatos eran muy valiosos, las víctimas eran llevadas hasta la orilla del río donde se las obligaba a quitárselos, antes que sus cuerpos fueran arrojados a las frías aguas del Danubio después de ser ejecutadas.