USUAHIA- TIERRA DEL FUEGO- ARGENTINA
Usuahia, capital de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlantico Sur
El silencio reina en el fin del mundo y sólo se interrumpe con el canto de algún pájaro, el ruido de alguna cascada o el sonido de nuestros propios pasos en la nieve.
Es un paisaje infinito lleno de vida y color, con historias y leyendas que se mezclan con el aire frío que golpea nuestra cara mientras lo visitamos. Paisajes con muchos senderos para explorar por tierra y por mar: el Canal de Beagle, el Glaciar Martial, el lago Escondido y Fagnano, la costanera, la Laguna Esmeralda, los diferentes museos que te acercan a conocer las costumbres de los habitantes que vivieron en esta tierra, el Tren del Fin del Mundo, el Parque Nacional de Tierra del Fuego, el Monumento a los Caídos en Malvinas, el Faro, las islas… Esta ciudad (la mas austral del mundo) solo esta distante unos mil kilómetros de la Antártida.
PAISAJES QUE PARECEN CUADROS
Mas que una ciudad, parece un pueblo de casas pintorescas y colores fuertes donde la primer nevada de este año la ha favorecido, pues » maquilla» la chatarra acumulada en los patios de algunos barrios.
Tierra del Fuego ya estaba poblada desde hace más de 6.000 años por grupos de indigenas entre los que se encontraban los Selk’nam – Onas (siempre nombrados por mi padre en mi niñez) y los Yamana. Luego llegaron los europeos con sus historias de naufragios y enfrentamientos con los pueblos locales, sus exploraciones en las costas, su cartografía y sus mitos. Y así como el europeo se fue adaptando a este lugar tan indómito, la vida de los nativos se fue deteriorando hasta casi su extinción por los cambios introducidos en su vestimenta, en su alimentación, en sus costumbres y en la explotación de su medio natural.
El Museo del Fin del Mundo, te recibe con el mascarón de proa de una nave inglesa que naufragó en las costas de Tierra del Fuego y la exposición de varios utensilios utilizados para la caza y la pesca, restos de canoas y cestería de los indígenas.
Te recibe con vestigios de las primeras misiones cristianas y anglicanas y fotos que muestran la tremenda crueldad para con los indios que eran secuestrados en su lugar de origen y trasladados para estudios en museos y para ser expuestos en Zoológicos humanos en Europa, exhibiéndolos como antropófagos!
Los que están en esta foto, fueron robados en la Bahia Felipe. Dos de ellos murieron en el viaje, otros dos cuando llegaron a Europa, uno de ellos se escapó, otros dos murieron cuando estaban regresando a su tierra y solo 4 regresaron vivos a Tierra del Fuego.
«Al ona no le preocupa el vestido ; para él, sólo es motivo de vergüenza mostrar el cuerpo cuando es deforme u obeso ; este último defecto demostraría que es un glotón y que, como probablemente no es cazador, su mujer tiene que alimentarlo con pescado» ( L. Bridges)
Lucas Bridge, hijo de un misionero anglicano y luego rico terrateniente, cuenta algunas anécdotas sobre la educación de los niños :
«Cuando una criatura, sana en apariencia, lloraba incesantemente, la madre daba muestra de impaciencia y solía gritar prolongadamente dentro de los oídos del pequeño. Generalmente, el niño cesaba de llorar. […]
Cuando un niño tenia sed, la madre, para evitarle la impresión del agua helada, la entibiaba en su boca y luego la dejaba caer dentro de la de su hijito.»
«Los niños eran tratados cariñosamente por todos y muy apreciados por sus padres. Aunque esta gente jamas se besa, he visto a algunos hombres acercar sus labios a los cuerpecitos de sus niños.»
Una vez fuera del Museo siguiendo el sendero por la costanera, llegas al Puerto de Usuhaia . Allí hay un cartel que refiere a la Ley Gaucho Rivera por la cual se extiende una prohibición presente en las provincias de la República Argentina con costas en el mar Argentino del Océano Atlántico Sur . Dicha ley prohíbe la permanencia, el amarre y el abastecimiento de barcos con la bandera británica de las Islas Malvinas, la bandera del Reino Unido y de otras colonias británicas en los puertos de dichas provincias por el reclamo que mantiene la Argentina sobre la soberanía de las islas Malvinas.
Debe su nombre a Antonio «El Gaucho» Rivero quién fue un gaucho y peón de campo argentino que lideró un alzamiento en las Malvinas en 1833 meses después de la ocupación británica del territorio.
La mañana del domingo amaneció muy calma y decidimos seguir con nuestro recorrido por la costanera . Recordando el litigio con los ingleses, llegamos a la plaza donde se levantó el Monumento Histórico Nacional a los Caídos en Malvinas. Un homenaje a los soldados argentinos que estuvieron en la guerra. No puedes olvidarlos…al otro lado del mar, están las Malvinas, pegadas a nuestras costas.
En ese espacio dedicado a los que defendieron nuestra soberanía, las islas Malvinas aparecen recortadas en el cielo, las fotos de gran tamaño alrededor de la plaza relatan momentos de la guerra y los nombres de los 649 caídos en ella, se instalan con un dejo de tristeza en mi corazón.
Usuahia es así, comparten el mismo espacio, los paisajes bellísimos de la naturaleza, junto a tristes recuerdos de parte de nuestra historia.
Por la tarde, nos acercamos al Martial y las aerosillas aun no funcionaban, por lo que comenzamos a subirlo por un costado de su ladera toda nevada, bordeando un arroyo y pequeños puentes que apenas se veían por la nieve. Luego almorzamos en el refugio de montaña que hay en su base, porque la famosa Casa de Té también estaba cerrada. Bellísimas vistas y un silencio que hace bien al alma.
Otro de los días,teniendo en cuenta el horario para evitar el hielo con el coche iniciamos nuestro recorrido fuera de la ciudad, a unos 20 km, para ir al Valle de Lobos, un Centro de Cría y Adiestramiento de Alaskan Huskies que tiene uno de los medios de transporte más antiguo: los perros de trineo.
Tuvimos que dejar el auto en la banquina sobre la carretera, pues la entrada de unos 300 mts estaba tapada de nieve. Caminamos disfrutando el paisaje y ni bien llegamos a la cabaña, Matías a cargo de los perros, comenzó a engancharlos de a uno, hasta llegar a ocho, para nuestro paseo.
No dejan de ladrar antes de iniciar el camino, hasta que los líderes van al frente y reciben la orden de Matías para arrancar. Al sendero del bosque lo conocen de memoria y lo recorren a gran velocidad .
El clima en el fin del mundo es muy cambiante y debes adecuar tus paseos a lo que decida la naturaleza. Nos quedaron muchos senderos por recorrer por tierra y por mar. Uno de ellos es el de las» castoreras», por cuyo nombre bautizaron a la pista de esquí preferida en invierno con el nombre de Cerro Castor .
Oímos decir que los castores fueron introducidos hace mucho tiempo desde Canadá para desarrollar la industria peletera, idea que no se desarrolló pero ellos se adaptaron al hábitat y se multiplicaron al no existir en Usuahia su depredador natural como el oso o el lobo. En todo este tiempo, derribaron árboles centenarios, cambiaron el curso de los ríos e inundaron bosques construyendo sus diques. Hoy son plaga y las autoridades han ensayado todo tipo de estrategias para erradicarlos, sin resultados.
Quedaron varios senderos sin conocer, pero siempre habrá una razón para volver
Articulo publicado en la Revista Para Ti On Line
https://www.parati.com.ar/bajo-los-cielos-del-mundo-ushuaia-tierra-del-fuego-argentina/