MLJET- CROACIA
A esta isla de rincones alegres, la llaman la Isla Verde porque tiene el bosque de encinas mas antiguo y mejor conservado del mundo. Es mencionada en leyendas e historias de naufragios de marineros griegos que quedaron en sus costas y nombrada por el poeta griego Homero y el Apóstol Pablo cuando navegó por esos lugares.
Dentro de ese ambiente cálido de la isla, hay un área marina protegida y un parque nacional, Parkovi Hrvatske , que tiene la responsabilidad de resguardar todas las especies de pájaros que anidan en ella.
El terreno escarpado de la isla, hace que sea preferible recorrer en bicicleta los caminos cubiertos de bosques que ocultan las orillas del lago y los senderos de montaña que te llevan a puntos de observación privilegiados.
Hubo bicicletas para todos los gustos: eléctricas, de montaña, con remolque para los mas pequeños, con asientos protegidos. Cada uno de nosotros eligió la que creía mas adecuada para su estado físico.
En algunos tramos, apagábamos el mecanismo de contacto cuando íbamos barranca abajo, para no quedarnos sin batería ni energía cuando tocara regresar por las cuestas que habíamos transitado. Seguimos el camino que bordea la orilla de los lagos protegiéndonos con la sombra de los pinos que se extiende hasta llegar al agua, como si quisiera beber en ella
Y como era de prever, al finalizar el recorrido, las mas valoradas fueron las eléctricas!…
Dentro del parque nacional, hay dos lagos salados encantadores: Velko y Malo, conectados con el mar abierto por un pequeńo canal. En medio del lago Velko, se divisa la Isla de Santa Maria y detrás de un espeso bosque el monasterio benedictino, construido por los monjes en el siglo XII y presente en la historia croata y relatos de novelas.
En Mljet, respiras el aire de la vida de los isleños, la calma y armonía con la naturaleza y ese distintivo de la isla que son sus locales de comida fresca, de verduras y frutas regionales, de buenos quesos, aceite de oliva y vino.