ARGENTINA
USUAHIA, CAPITAL EL TIERRA DEL FUEGO, ANTARTIDA E ISLAS DEL SUR
Nos recomendaron visitar primero el Presidio de Usuahia para comprender mejor el trayecto en tren que hacían los reos diariamente desde la cárcel. El objetivo de habilitar esta cárcel, fue colonizar las grandes extensiones remotas de la Argentina con «colonias penales».
Con el trabajo de los presos en los talleres de reparaciones, panadería y construcción, se cubrieron las necesidades básicas de la población que contaba en ese entonces, con apenas 20 casas. Construyeron puentes, calles y dependencias públicas, por ello es que cobraban una renta mínima.
» Los días no cambian, es como que el tiempo se detuvo. Siempre lo mismo: del presidio al campamento en el bosque y después de hachar todo el día, de nuevo al presidio por el mismo tren»
( escrito en uno de los cuadernos de los presos)
Y el tren fue fundamental para su subsistencia ya que los presos reincidentes que llegaron a Usuahia, recorrían diariamente varios kilómetros sobre los vagones para ir a buscar leña al parque y poder calefaccionarse y cocinar.
Por la tarde nos acercamos a la Estación de Tren del Fin del Mundo. Recorrimos unos 11km por la ruta 3 hasta el Km 3042 , camino de montaña hasta divisar las instalaciones .
El tren recorre 7 km dentro del Parque Nacional asique luego de comprar los tickets nos acomodamos en un vagón camarote y nos deleitamos escuchando las historias de esa época.
Continúa el viaje pasando por el cementerio de árboles, donde la audioguía explicó que las diferentes alturas en las que estaban cortados los troncos se debía a la época del año en que los hachaban. Los mas altos son los que fueron cortados en invierno a nivel de la nieve.
Cuando vayas al Museo del Presidio es interesante coincidir con el horario de la visita guiada, pues te aporta infinidad de detalles. Horacio, narraba que la cárcel fue construida para que ese espacio geoestratégico del territorio argentino estuviera habitado. Esa colonia penal, era lo más importante de la ciudad y además de presos, llevaron guardia cárceles, sus esposas y familias.
El guía del penal,continuó relatando la vida de los reclusos, los trabajos y actividades dentro de los talleres cuya rutina era regida por el trabajo y la disciplina ya que muchos de ellos eran autores de graves delitos y condenados a cadena perpetua. Dentro del penal, veremos estatuas del tamaño real de guardiacárceles que custodian los pasillos del museo y dentro de las celdas hay esculturas de los presos que debían usar traje a rayas horizontales azules y amarillas y grilletes que limitaban sus movimientos.
También habló sobre los castigos y la triste historia de algunos de sus principales ocupantes, como el tristemente célebre «petiso orejudo”, asesino de niños .
Su carrera criminal fue entre los ocho y dieciséis años, edad en que fue arrestado. En su cabeza tenia veintisiete cicatrices dejadas por los golpes dados por su padre alcohólico. Su madre, intento meterlo en un reformatorio cuando quiso matar a una criatura de veinte meses. Le gustaba provocar incendios y quemó viva a una niña.Mas tarde estranguló a unos cuatro niños de entre tres y seis años, e intentó matar a otros siete a los cuales introducía un clavo en la cabeza.
La policía presente en los velatorios, notó la visita reiterada de este adolescente que observaba a sus victimas con el ataúd abierto.Un investigador decidió maquillar la cabeza del niño velado, retirar el clavo incrustado en el cráneo y esperar alguna reacción del visitante. Éste no faltó a la cita y después de contemplar con expresión de asombro el cadáver exclamó: «¿Y el clavo?» Allí fue detenido.
A falta de niños, cuando estaba en el penal, arrojó al fuego de una estufa de leña,al gato que era mascota de los presos. Éstos le propinaron una golpiza brutal; según la leyenda, lo mataron, aunque en los registros consta su muerte once años más tarde, de una hemorragia interna, consecuencia de una úlcera gastro-duodenal producida por aquella golpiza.
El presidio de Ushuaia fue clausurado en 1947, pero conserva una parte del mismo en su estado original con las celdas que usaron los presos con sus paredes de piedra y sus rejas.