ESPAÑA- ANDALUCÍA- GRANADA
Durante la madrugada del mes de febrero, ocupamos nuestro vagón de tren, en la estación del Norte de Valencia y recorrimos las ocho horas hasta llegar a Granada. Fue uno de los primeros viajes que hicimos dentro de España. Nos ubicamos en un pequeño hotel en el Centro Histórico, sobre la Plaza Nueva, a los pies de la Alhambra, esa ciudad fortaleza y palacio de los reyes de la dinastía Nazarí del Reino de Granada.
“ Dame limosna, mujer, que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada”
Originalmente la Alhambra era al mismo tiempo una alcazaba (fortín), un alcázar (palacio) y una pequeña medina (ciudad). Fue construida sobre una colina rocosa de difícil acceso, en los márgenes del río Darro, protegida por las montañas y rodeada de bosques. Un lugar en el que las familias gobernantes y las élites granadinas podían vivir sin tener la necesidad de salir más allá de los muros.
Para poder contemplar toda la belleza de este conjunto monumental, debes ir al mirador de San Nicolás
Los Palacios Reales Nazaríes eran la residencia del sultán y la magia de sus mosaicos tenia como objetivo evocar el Paraíso en la Tierra. La Alhambra esconde leyendas en cada piedra y una de ellas cuenta que durante una fiesta en su alcoba, el sultán ordenó decapitar a toda la familia de los Abencerrajes por un ataque de celos. Según la tradición, el canal que lleva agua hasta la Fuente de los Leones es la sangre derramada de los caballeros asesinados. Cuando nosotros estuvimos allí, el Patio de los Leones estaba siendo restaurado.
El lugar donde se reunía el Consejo de Ministros, la Sala de Azulejos de Mexuar, ha dado lugar también a múltiples relatos. Uno de ellos cuenta que el sultán, se ocultaba tras unas celosías para poder escuchar sin ser visto y desde allí impartía justicia
Muy cerca de los palacios, esta el Generalife, la residencia de campo del sultán, con acequias y rodeada de huertas para el aprovisionamiento de los palacios.
Dentro de todo ese conjunto, el bloque mas antiguo es la Alcazaba, la Fortaleza Militar. Ya no quedan restos de las casas de los soldados y las mazmorras están cerradas.
Cuando los Reyes Católicos conquistaron Granada, el Emperador Carlos V, comenzó la construcción del Palacio que lleva su nombre y trasladó su corte a las casas reales de la Alhambra, para pasar en ellas el verano. Para muchos ( inclusive nosotros) es una construcción que no está en armonía con el entorno. Con estilo romano es la sede del Museo.
Despues de recorrer todo ese complejo de edificios, donde no faltan los espacios de agua tan propios de los árabes, regresamos a pie bajando la ladera por los alrededores de esa fortaleza-palacio, acompañados siempre por el sonido del agua.
El sendero que escogimos (sin saber si era el correcto) nos llevó al centro de Granada, cruzando el Realejo, antiguo barrio judío y llegando justo por detrás de nuestro hotel, al barrio del Albaicín.
Un poco mas alejadas del centro, agrupadas en torno a barrancos y callejuelas, están las Cuevas del Sacromonte en Granada, hogar de gitanos y artistas donde se celebran los espectáculos flamencos.
